<h1>Bilbao en diciembre</h1>

Aprovechando el Puente de la Constitución que se celebra en España, y luego de 4 horas de viaje en coche desde Madrid,  hemos estado paseando por Bilbao, municipio español situado al norte, capital de la provincia de Viscaya (País Vasco), fundado a finales del siglo XVII. 
Bilbao se ha modernizado en las últimas décadas y caminar por sus calles y avenidas es como hacer un excursión por una ciudad museo, ya que se entremezclan elementos arquitectónicos históricos con una modernidad muy expresiva.

Atraídos por la fama de su simbólico y muy turístico Museo Guggenheim, este fue nuestro primer destino y debo decirlo: una cosa es haberlo visto en fotografías y otra es estar de pie frente a su fantástica fachada. 

Un espectáculo de formas y colores que realmente hay que visitar, pero sobre todo: dejarse maravillar.

Mamá

Es una gran escultura con forma de araña de 9 metros de altura del escultor Louise Bourgeois, ubicada en la parte posterior externa del Museo Guggenheim, a orillas de la Ría del Nervión. 

Creo que ni viendo la película "Alien, el octavo pasajero" me sentí tan impactada, es fascinante. 

Ciertamente, en el interior del museo encontraréis una maravillosa colección de arte moderno y contemporáneo que vale la pena visitar, pero su exterior es alucinante.

Sólo espero que a mi peque menor no le genere pesadillas! porque estuvo jugando hasta cansarse bajo su estructura, y pidiendo que le fotografiaran para mostrar luego a sus compañeros de cole "la araña más grande que ha visto en su vida".

Fuente: euskeguide.com

Luego de despedirnos de la Mamá, nos fuimos de paseo por la Ría del Nervión, una amplia y cómoda caminería llamada Paseo de Uribitarte hasta el Puente de Zubizuri o Puente de Calatrava, como mejor se le conoce por el nombre de su arquitecto. Su suelo de baldosas de cristal os permitirá ver el agua del río abajo, así como una magnífica vista de la ciudad.


De regreso ya al anochecer, nos sorprendió un lindo espectáculo: en la misma parte posterior del Museo surge de la nada una Escultura de Niebla, obra del artista Fujiko Nakaya; una especie de escultura atmosférica  que emerge suavemente del estanque allí ubicado, y que va tomando las formas del entorno que la rodea. 

Sería recomendable preguntar en información del museo las horas de su puesta en marcha, ya que dura pocos minutos.

Un paseo en Barco

Con niños o sin ellos, en Bilbao les recomiendo el paseo en los Bilboats, pequeños barcos que se toman frente al Ayuntamiento, sólo fines de semanas y festivo. 

Navegaréis por la Ría de Bilbao, lo cual permite apreciar la ciudad, los puertos, los puentes, etc,  desde otra perspectiva y a precios razonables.  
En el recorrido podrán apreciar el Parque Doña Casilda, el gran Estadium San Mamés,  el Paseo de Uribitarte, la muy alta Torre de Iberdrola, el Museo de Bellas Artes, la Catedral de Santiago,  el Teatro Campos Eliseos, el Puente de Zubizuri, entre otros.

Pulmón verde 

Bilbao posee también muchas áreas verdes. Parques urbanos, jardines y plazas os brindarán la oportunidad de disfrutar variados espacios naturales. Nosotros visitamos el Parque Casilda Iturriza, de estilo inglés, construído en 1907.

El parque constituye un pulmón vegetal dentro de la ciudad, y ha sido muy agradable recorrerlo. Tiene 85.200 metros cuadrados y en él hemos disfrutado de sus patos, cisnes y pavos reales, así como admirado su pérgola, la fuente ornamental y  el carrusel. 

Ahora bien, si queréis tener una fantástica vista de la ciudad, vayan hasta el Parque Etxebarria. Es el parque más grande de Bilbao, ubicado en una gran cuesta en las praderas de la ciudad, verde y mas verde durante todo el año. Podéis llegarle desde el casco viejo, ya sea por las escalaras que están en la Plaza de Unamuno o tomando un antigüo ascensor, llamado Ascensor de Begoña, ubicado en la calle de la Esperanza. Se paga menos de un euro por utilizarlo, más  si lleváis niños pequeños, vale la pena.


Ya a la hora de cenar nos fuimos al Casco Viejo de Bilbao, a probar una infinidad de deliciosos pintxos. Tanto aquí como en Donostía debéis olvidaros de la dieta. La ruta por estas encantadoras callejuelas ponen a vuestra disposición más de 200 establecimientos con una muy amplia y rica variedad de pintxos.

Nosotros que hemos ido en diciembre, hemos disfrutado de las bonitas y coloridas decoraciones navideñas que iluminan cada calle.

Algo que nos ha resultado "peculiar" por así decirlo, para nosotros castellano parlantes, fue el Euskera. Vaya que es distinto al castellano!. Pero atención, no resulta ninguna limitación para visitar y conocer esta hermosa región, ya que casi todos sus habitantes hablan perfecto castellano y son muy amables con los turistas. 


Volverenos a Bilbao a por otro delicioso Bacalao a la Vizcaína, croquetas y visitar a la Mamá de nuevo.
Nos ha quedado pendiente pasear en el Funicular; hay tanto que ver y hacer, que no nos ha dado tiempo en esta oportunidad.

Nos despedimos de Bilbao, rumbo a San Sebastián - Donostia, ya que solo está a 1 hora de camino (Google maps). Tenedlo en cuenta si tenéis ganas de seguir paseando.

San Sebastián Donostía.